Qué opinan nuestros alumnos
Practico hatha yoga desde hace un año con Kamakshi y para mi está siendo una experiencia muy enriquecedora. En sus clases, junto con las "asanas", la respiración consciente y profunda es muy importante y es lo que ayuda al cuerpo a flexibilizarse cada vez más y a la mente a calmarse. La meditación es también una pieza clave en nuestra práctica y siempre acabamos las clases con una pequeña meditación después del ejercicio físico de las asanas.
Desde mi experiencia personal con la práctica de este arte milenario, me gustaría transmitir qué es lo que me ha ido aportando en el día a día.
Para empezar, diré que es una práctica donde se desarrolla el esfuerzo, la constancia y la autodisciplina. Considero que es un hábito beneficioso para mi salud, tanto física como emocional, ya que requiere un trabajo de entrenamiento y conciencia tanto de mi cuerpo como de mi mente.
Conforme ha ido pasando el tiempo, con la práctica he experimentado como mi cuerpo iba estando cada vez más en forma, más flexible, más ágil, con mayor resistencia y más tonificado; esto me hace sentir bien conmigo misma, más fuerte y además veo mi cuerpo más bonito.
El yoga me ha ayudado a tomar mayor conciencia de todo mi cuerpo, gracias a las diferentes posturas que practicamos y a la respiración profunda. He movilizado, estirado y trabajado músculos de mi cuerpo de los que no era consciente. A lo largo de este año he notado que he desarrollado una mayor atención hacia mi manera de respirar, mi postura corporal y los puntos de tensión de mi cuerpo, esto me permite ir corrigiéndolas.
La respiración profunda que practicamos es fundamental y la pongo en práctica también en mi día a día. Ésta me ayuda a estar conectada conmigo misma, a escuchar y sentir como está mi cuerpo, qué es lo que estoy sintiendo y a serenar mi mente.
La meditación es de los ejercicios que me ha resultado más difíciles de poner en práctica, ya que requiere estar sentada durante un rato, quieta, en silencio, contigo misma sin hacer más que respirar y estar centrada en esa respiración y en lo que percibes con tus sentidos en ese momento. Parece sencillo pero no, ya que los pensamiento tienen mucho poder y es muy fácil dejarse llevar por ellos pensando en lo que me pasó el día anterior o en lo que tengo que hacer en el día… Poco a poco he conseguido centrar más mi atención en el aquí y ahora, permitiéndome esos momentos de “no hacer” y de no pensar.
Practicar yoga para mi significa cuidarme, al acabar la práctica siempre siento un estado de bienestar, calma y ligereza.
Aunque llevo muy poco tiempo practicando esta disciplina, el yoga impartido por Kamakshi Devi Kunthamani en el espacio Yoga Vasistha en la calle Salamanca, me ha aportado toda una nueva vida, diferente, mejor y con más sentido.
Ya que como ella dice, el yoga empieza después de la clase, no sólo me está cambiado en la práctica, sino en cómo me relaciono, pienso y actúo. En definitiva creo que soy mejor persona.
Me queda muchísimo camino por delante pero sí que he notado que tengo la mente más abierta, soy más compasiva, comprensiva, y cada vez me gusta menos que se juzgue a las personas.
Físicamente mi cuerpo ha evolucionado bastante. Vuelvo a realizar ejercicios que desde la niñez no hacía y estaba absolutamente convencida que nunca más iba a poder hacer. La respiración, la meditación, la relajación. Técnicas difíciles pero que poco a poco voy incorporando en mi vida y que tienen grandes beneficios para mi mente y mi cuerpo.
En fin, estoy totalmente entregada y abierta a este nuevo mundo de la mano de Kamakshi.
Desde hace casi un año estoy practicando yoga, tiempo atrás me atraía la idea de apuntarme a clases de yoga, pero pasaba el tiempo y no me decidía, hasta que mis hijas me regalaron un mes para probar. En mi primer día de clase iba con un poco de miedo, porque pensaba que me resultaría muy difícil hacer las asanas, pero cuando conocí a mi profesora de yoga Kamakshi, me dio mucha confianza, ya que ella siempre nos dice que lo importante es ser consciente y estar conectados con nuestra respiración y poco a poco avanzaremos, pero sin prisa, ya que el yoga no son sólo las asanas.
Siempre empezamos las clases con un poquito de meditación, después del calentamiento y las asanas, acabamos con meditación, ya que a través de ella conectamos con nosotros mismos. Hoy día me siento muy bien con la práctica, me ayuda a estar mejor conmigo misma y a ver la vida de forma diferente. El yoga es un aprendizaje, hacia el interior, que me ha hecho estar más relajada y aceptar lo que cada día nos depara la vida y siempre como dice mi profesora, desear que todos los seres sean felices. Espero seguir esta gran filosofía que es el yoga a lo largo de mi vida y te doy las gracias Kamakshi no sólo por la gran Maestra que eres, sino también por todo lo que me ayudas en las clases, eres un cielo!. Ojalá cada vez haya más gente que se anime como yo y muchas otras a probar todos los beneficios que proporciona el yoga para la salud física y sobre todo mental.
Siempre me ha llamado la atención la práctica del yoga. Pero tenía una idea preconcebida, lo veía como algo demasiado pasivo y por mi forma de ser (bastante nerviosa) necesitaba hacer otro tipo de actividades que me hicieran quemar mis nervios, de manera más física como patinar o ir al gym.
El pasado septiembre hizo ya un año que empecé asistir a las clases, y ¡estoy enganchadísima! Me noto mucho más calmada y he conseguido respirar de manera más natural, cosa que parecía imposible para mi… Sin darme cuenta he cambiado pequeñas cosas que hacía, como por ejemplo que cuando voy en coche conduzco tranquilamente, sin prisas.
Otra mejora que he experimentado, es la desaparición de dolores musculares en la zona del cuello. Por mi trabajo, me paso muchas horas sentada frente a la pantalla del ordenador y el cuello al final se me agarrotaba. Los estiramientos y las posturas que se practican en las clases de Yoga, me han ayudado en este tipo de cosas. Y qué decir de la alegría que me da, ver que cada día voy llegando a una serie de estiramientos que antes no podía. Es muy gratificante sentir que hay una evolución en mi cuerpo y mi mente. Digo esto, porque sin duda es un ejercicio conjunto. El día que estoy más alterada o cansada mentalmente noto como mi cuerpo no reacciona del mismo modo y me doy cuenta de la importancia de respirar y de vivir en el presente, como nos dice nuestra profesora Kamakshi.
Para mí ha sido todo un descubrimiento.
Igual que cuando alguien viaja a un destino y a su regreso le preguntan cómo fue el país que visitó, su impresión, qué aprendió...
Así, en este viaje no es sencilla la respuesta, cuando uno continúa haciendo el viaje y no hay un final de trayecto.
En el camino, una primera shadana se podría simplificar en el concepto de LIMPIEZA, aunque nada es aislado y a él se conectan otros como el despertar emociones dormidas, tomar conciencia de qué soy, qué misión vine a desarrollar aquí y como trabajar la voluntad de seguir a mi Dharma (el Propósito de Mi Vida).
Si bien la constancia del ejercicio físico es difícil, estar conectado con esa conciencia se hace cada vez más sencillo y gratificante. Si mi papel en mi entorno experimentó cambios positivos tras la primera shadana, éstos crecieron con la segunda. Y mi papel conmigo misma? ha sido y es un trabajo diario de cosecha y recolecta; de resultados y activación.
Nunca estuve tan DESPIERTA y cada día se generan nuevas invitaciones a entender y amar a los demás.
Gracias siempre por tu invitación.Sadhana Febrero 2019
No había realizado antes yoga, por tanto este curso de iniciación a la Sadhana ha sido mi primer acercamiento. Mi experiencia ha sido muy positiva principalmente por dos aspectos. El primero, he mejorado físicamente, me encontraba más enérgica a la hora de afrontar el día. El segundo, mi concentración ha aumentado, y en cierto modo eso ha permitido llevar más calma a mi vida, dejando a un lado el estado continuo de alerta al que estamos acostumbrados. Ha sido un reto, pero ha merecido la pena y espero poder continuar realizando mi práctica diaria.
Sadhana Febrero 2019
Levantarse de madrugada para reunirse y realizar la iniciación a Sadhana es duro. Desde mi punto de vista se requiere fundamentalmente disciplina y motivación. Ayuno, control, concentración, esfuerzo se unen hacia una meta común: calmar la mente en busca de respuestas dentro de uno mismo. Los beneficios inmediatos que obtienes son tomar conciencia del momento presente, aprender a desear que todos los seres sean felices e iniciarte en la gran meta de agradecer. Pero además tras esta iniciación, y es algo que me ha sorprendido, consigues regular el sueño diario, mejorando tanto en calidad como cantidad. Es importante seguir con la práctica para que perduren estos beneficios.
Sadhana Febrero 2019
El mero hecho de levantarme a las 4.45 AM ha sido un factor determinante en el efecto, la primera vez en mi vida. Vencer mi impuntualidad usual es fantástico! 🙂
A esas horas el silencio, la calma y la soledad de la noche me recuerdan que sólo tengo que dar cuentas ante mí.
Físicamente me permite comenzar el día con otra sensación, más despierta y lúcida. La calma mental es otro de los efectos que he notado. Calma y paciencia. Y el primer día, al acabar la sadhana camino de casa....sensación de satisfacción y alegría. No me quitaba la sonrisa de la cara. :-))
También he observado... umm... solo a ratos, eso sí..... como una milésima de retardo en la acción, como si pudiera observar con un instante de antelación mis acciones, mis pensamientos, mi sentir....todo se ralentiza ante mí....tengo esa milésima para pensar antes de hablar.
Y otras veces, en instantes muy concretos, desaparece una niebla que no veía y que sé que estaba cuando dejo de verla. Un poco extraña la sensación. En esos momentos sé "para qué" hago las cosas, "para qué" digo ciertas cosas...
En un momento de dificultad, como es este para mí, donde la fortaleza y la presencia son claves en mi salud emocional, el refuerzo del compromiso conmigo misma que me ha dado la sadhana, ha sido impresionante.
Hoy, cinco días después de acabar mi primera sadhana sigo con ella aunque más tarde y mas corta pero manteniendo la estructura. Una estructura que me completa, que cierra el círculo.
¡Hasta la próxima sadhana!
Sadhana Marzo 2018
Aunque llevo practicando yoga desde hace unos años, participar en el "Curso 1ª iniciación de Sadhana" ha sido una experiencia muy gratificante, que me ha hecho tomar más conciencia de mi cuerpo, escuchando su lenguaje, de algunos bloqueos musculares. Empezar la práctica al alba me ha supuesto empezar el día de una manera positiva, con la mente y el cuerpo más limpios. También me ha ayudado a continuar con el proceso de "educar la mente" y a no caer en sus trampas, desarrollando la fuerza de voluntad y dedicación. Al final de cada práctica he ido notando sus beneficios a lo largo del día con una actitud de calma, serenidad y energía vital, así como adoptando una actitud no reactiva ante los acontecimientos vitales. Mi respiración se ha ido armonizando, calmando... Soy consciente que lo importante es seguir con la práctica, que el yoga se convierta en un estilo de vida (de cada día), que impregne cada cosa de mi existencia para que el "hacer" se llegue a convertir en "ser".
Te doy las gracias Kamakshi, por transmitir que el yoga forma parte de tí, que no es algo que sólo haces, sino que lo sientes, que lo vives, que lo crees...
Sadhana Enero 2018
Cuando empecé este curso apenas había asistido a 5 clases de yoga, pero algo me decía que tenía que hacerlo. Tuve que vencer muchos pensamientos del tipo "tú estás zumbada, ¿Adónde vas a las 5 de la mañana?" y algunos comentarios de este tipo de otras personas a las que les conté que iba a hacerlo. Es un curso que te aporta muchísimos beneficios: te ayuda a construir tu autodisciplina, la práctica diaria te proporciona energía equilibrada, calma, paz interior y claridad mental para el resto del día. Te ayuda a desapegarte de tus pensamientos negativos.
Te ayuda a no posponer las tareas que tienes que hacer diariamente. Te ayuda a ser menos reactiva, más calmada y reflexiva. Te pone en forma, tu elasticidad aumenta visiblemente día a día y tus músculos se tonifican también de forma visible. Sin duda requiere un esfuerzo hacerlo, sobre todo los primeros días, pero los beneficios ganan con creces en la balanza. Es un regalo que recomiendo a todo el mundo.
Gracias Kamakshi por facilitarlo.
Sadhana Enero 2018
Conocí a Kamakshi en el Yoga Fest 2017 de casualidad y me atrajo mucho la rigurosidad y sencillez con la que nos condujo en la clase. Cuando descubrí su taller de Sadhana, si bien se me antojaba muy cuesta arriba el horario, no dudé en que seria Yoga en serio. No sólo fue eso, sino que resultó transformador, a nivel físico y mental. Encontré la comodidad en el madrugar y fluir en ritmos diferentes. Comprendí mejor qué es el Yoga y cómo puedo autogestionar la práctica diaria. Un auténtico regalo para mi misma y en consiguiente para las personas que me rodean, resumidamente como en la frase que resonó una de estas mañana de Sadhana: "si tu cambias, todo cambia".
Agradecida a Kamakshi por su generosidad en la enseñanza y el acompañamiento. Deseando repetir!
Namaste.Sadhana Enero 2018
- Experiencia sobre el Satsang -
La meditación me ha ayudado a relajar la mente y me ha proporcionado un estado de calma con resultados positivos en mi día a día. Físicamente, hace que me sienta más descansada ya que tengo un sueño más reparador, y mentalmente, me hace romper con prejuicios y pensamientos negativos aportándome optimismo y actitudes positivas hacia mí misma y los demás.
También he experimentado que en cierta medida la meditación conduce a sacar lo mejor de uno mismo, provocando una respuesta recíproca en las otras personas y mejorando así la convivencia y la relación de la gente que te rodea.
He de decir que salvo un par de veces que fui al río a las clases gratuitas, mi experiencia con el yoga antes de hacer este curso se reducía a la meditación, que ni siquiera practicaba regularmente ya que no entendía muy bien el objetivo de esta práctica.
Soy una persona introvertida y me suele dar un poco de miedo probar cosas nuevas, sin embargo tanto Kamakshi como los alumnos fueron muy amables y me sentí como en casa desde el principio, y desde que salí de la primera sesión empecé a notar un cambio en cómo percibía la realidad y en cómo gestionaba mis pensamientos. Creo que es difícil expresar el tipo de sensaciones que he experimentado en estas dos semanas, pero definitivamente han ayudado en la búsqueda de mi mismo que emprendí hace algún tiempo.
En general, las consecuencias más directas que he notado han sido un aumento de la concentración durante todo el día, y un mejor control sobre mis pensamientos, ya sean negativos o positivos, que me permite vivir más en el presente y no angustiarme por realidades alternativas que en ocasiones creo en mi mente. Sin duda recomendaría este curso a cualquier persona que piense que puede sacar más partido de su vida.
Sadhana Noviembre 2017
La Sadhana me ha ayudado a reconectar conmigo, en un momento en el que me sentía totalmente agobiada, estresada, sin ilusión, desencantada.
He logrado entender que el ritmo frenético que mantenía no me dejaba pensar con claridad, y sólo me di cuenta cuando con la práctica del yoga me he detenido para aprender a respirar, a relajar la mente, y ver todo desde otra perspectiva.
Me ha ayudado a darme cuenta que estaba viviendo guiada por emociones, deseos, pero también por miedos y temores. No entendía por qué a pesar del esfuerzo, los resultados no eran los esperados, o por qué a pesar de hacer las cosas de buena fe no recibía el reconocimiento esperado. Ahora se que precisamente eso es parte del problema y es en lo que tengo que trabajar.
A nivel físico, me he sentido con más energía y a nivel mental estoy mucho más relajada durante el día ante cualquier actividad. Aunque a nivel espiritual, aún estoy procesando todo lo que está surgiendo ahora que lo veo desde otra perspectiva.
Sadhana Noviembre 2017
Decidí realizar este intensivo en el último momento, sin saber muy bien de qué se trataba, y me entregué a la experiencia sin ninguna expectativa. A lo largo de las dos semanas que duró el curso, tuve muchas sensaciones, y alguna que otra resistencia mental, pero me sentía cada vez un poquito mejor, y eso me animaba a continuar. Comencé a ir tomando consciencia de mí misma, de mi respiración, de mi cuerpo, de mis pensamientos..., y a ir reconociendo algunos de mis límites, aceptándolos como son, sin más, para integrarlos y poder vencerlos poco a poco. Es increíble la energía que tuve durante el curso, y que continúo teniendo cada día, a pesar de comenzar el día tan temprano y conllevarlo sin ningún descanso hasta la noche. A los pocos días fui consciente de lo que iba ganando en postura corporal, voluntad, responsabilidad, flexibilidad (sobre todo mental), confianza en mí misma, y en paz mental. Las personas con las que paso mi día a día han notado una diferencia brutal en mí para mejor. Mis palabras, mi tono, así como mi lenguaje no verbal han mejorado. Están en sintonía con cómo me siento por dentro. Y mi sentido del humor se mantiene todo el día. Tengo más “centramiento” en el transcurso del día.
Gracias Kamakshi por enseñarme a realizar esta práctica que tantísimos beneficios me está aportando.
Sadhana octubre 2017
Con este curso me he sentido más centrada y eficiente en el día a día, a pesar de haber dormido menos, tenía más energía, y esta era más estable, sin altibajos. La gente estaba diferente hacia mi, me daba cuenta de más cosas. Mayor templanza. Más atenta y mejor memoria. Me sucedieron muchas casualidades durante el curso.
Sadhana octubre 2017
"Los días previos, sentía cierta inseguridad. Aunque, conociendo las buenas sensaciones tanto físicas como mentales, que se adquieren con la práctica de yoga, el hecho de realizarlo a las 5.30h de la mañana, no sabía muy bien como iba a reaccionar mi cuerpo y sobre todo mi mente por el posible cansancio que pudiera sentir para afrontar después el resto del día. Ahora que han pasado estas dos semanas, no puedo estar más agradablemente sorprendida y agradecida. Ha sido una experiencia muy gratificante y enriquecedora. Al realizar esta práctica diaria, el cuerpo se siente más ágil, con una postura más firme y adecuada. El trabajo con la mente, reporta la sensación de que es posible conseguirlo. Y este estado de consciencia ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva.
Kamakshi sabe inspirarnos para conseguirlo, siempre atenta y ofreciéndose en todo lo que podamos necesitar dentro y fuera del yoga. Me ha dado pena que termine el curso. El trabajo mental puede resultar un poco duro, pero todos los beneficios que te reporta, lo contrarresta con creces. En mi caso, me he sentido mucho más calmada y concentrada en mi día a día. Gracias de nuevo Kamakshi por mostrarnos este camino y hacernos ver que podemos".
Sadhana octubre 2017
Cuando decidí acudir a la Sadhana por primera vez tenía un poderoso motivo para hacerlo aun si estar del todo seguro. En parte lo fui descubriendo durante la misma. El resto de las respuestas aparecieron al saber qué hacer con mi vida superado ese reto personal. El día a día de la Sadhana lo inicié con ilusión y dudas. Lo fui superando con no poco esfuerzo, aunque lo más importante empezó al terminarla. Conseguir hacerlo todos los días y no decaer. No soy la misma persona que la inicie y eso lo voy asimilando y poniéndolo en valor.
Me ha gustado compartir esfuerzos con los compañeros. También la meditación y respirar juntos. Me ha costado separarme y quedarme sólo con aquellos momentos. En el día a día es ahora cuando más cambiado me siento. Cuando voy al trabajo lo hago con más silencio mental. Mi respuesta ante la adversidad y los problemas es más reflexiva. Mientras trabajo respiro para centrar la mente en lo que hago y abstraerme de todo lo que suena y revolotea.
Intento no iniciar conversaciones y hablar menos... aunque sigo extendiéndome demasiado cuando me preguntan. Intento no encender apenas la televisión, leer menos prensa... escuchar más música y si consigo un momento de bendita soledad... el silencio y la luz de una vela me dan toda la paz que necesito. Ya no escucho la radio y me duermo mejor... ayuda el cansancio, pero también la respiración y unos minutos de meditación.
Todos somos diferentes... e iguales.